jueves, 14 de enero de 2010

The Flirt Explanation

Estaba un poco escaso de ideas sobre que escribir así que pedí consejo por el facebook y una de las cosas que me propusieron fue hablar sobre ligar. Al principio era reacio, pero se me acabaron ocurriendo un par de ideas, así que allá van.

Lo primero, esto de ligar se me da de p... pena así que no hagáis ni caso de las cosas que se dicen en este post... no me hago responsable de las consecuencias de que sigáis algo de lo que se ponga aquí. Dicho esto, empecemos a teorizar. Voy a diferenciar entre dos tipos de ligue: el ligue casual y el ligue premeditado.


El ligue casual es el típico de discoteca (aunque no necesariamente sea allí) o de una noche (aunque luego se pueda convertir en otra cosa).

Como yo no tengo ni idea empezaremos recordando las enseñanzas del más grande en este campo: Barney Stinson (en serio, si no sabes quién es, ¿tu y yo somos amigos?). El postula y enseña a sus pupilos que la clave para ligar en un bar se basa en tres puntos: 1-Aislar a la chica de sus amigas 2-Repetir su nombre durante la conversación y 3-Menospreciarla sutilmente. Creo que sobran los comentarios sobre que clase de chica conseguirás de esta manera, pero si es lo que buscas, pues adelante!

Seguiré con la divertidísima clase en tres pasos que me dio el otro día la novia de un amigo mientras nos tomábamos unas birras. Ya aviso de que llegamos a la conclusión de que es para usar en guiris, que las españolas ni de coña iban a caer (es más yo sigo dudando lo de las guiris). Como digo, no tengo mucha fe en esto ni creo que lo use nunca, pero nos echamos unas buenas risas mientras lo practicaba con mi amigo xD

Step 1: Apoyarte en la pared con una de tus manos mientras hablas con ella. Intentando racionalizarlo entiendo que podría servir para dar cierta sensación de seguridad en ti mismo y para dificultar la vía de escape de la pobre presa.

Step 2: Rozar con el dorso de la mano la cara de la chica. Obviamente esto lo entiendo como el necesario contacto físico para provocar algún tipo de inquietud/excitación.

And Step 3: Agarrar ligeramente del pelo a la altura de la nuca. Esto ya es la fase de ataque. A mi me parece un poco excesivo eso de agarrar el pelo, casi de neanderthal. Creo que sería mucho más civilizado y efectivo agarrar/acariciar la nuca ligeramente. Me huelo que tiene que ver con algún fetiche personal :P

En la realidad personalmente cuando tengo éxito en este asunto del ligue casual suele estar involucrado algo de alcohol, el baile y una buena dosis de inspiración. Lamentablemente lo que suele pasar es que después de conseguir ligar con la susodicha no soy capaz de entender muy bien como lo he hecho, así que no tengo un patrón de conducta que poder usar sistemáticamente.

Y sigamos con el ligue premeditado. Este es el caso en el que te gusta alguien concreto al que ya conoces (y normalmente buscas algo más serio que acostarte con ella) y tratas de trazar algún plan para acabar con ella.

Sobre esto la referencia externa que usaré es la de una película que vi no hace mucho: Hitch, protagonizada por Will Smith (link para verla, chhhstt!). Es muy esclarecedora y entretenida, sobre todo el principio, luego desvaría un poco... No entraré en detalles, que prefiero que la veáis, pero habla mucho de las primeras impresiones y de la necesidad de dar sensación de seguridad en uno mismo.

Otra referencia viene de un documental que acabo de ver en TV (casualidades de la vida, que casi no la enciendo) y en el que algunos "expertos" decían que las clave de una relación fructífera son tres: 1-La atracción/satisfacción sexual, 2-Cubrir las necesidades de cariño de la pareja (que no es lo mismo, aunque mucha gente lo confunda), y 3-Compatibilidad de intereses. Ahí queda dicho.

En este tema me considero un poco menos inútil que en el del ligue casual. Siempre me ha gustado que las cosas surjan naturalmente, que no sea forzado, así que en el caso del ligue premeditado lo que aconsejo es simplemente ser tu mismo, darte a conocer y mostrar interés por la persona que te gusta.

Algunos dirán que hay que decírselo diréctamente, que hay que atacar y quitarse las dudas. Yo personalmente soy incapaz de hacerlo sin que haya visto antes que las posibilidades de que haya una respuesta positiva son altas. Pero hay que tener cuidado pues corres el riesgo de que así te acabe viendo solo como un amigo y no como un posible candidato.

Es complicado, lo se... pero bueno, nada, que ni caso, que estas cosas se me dan fatal, buscaos consejo en otra parte. Esto es solo para pasar el rato.

martes, 5 de enero de 2010

The Looser Strategy

En un partido de fútbol es muy normal ver como en los últimos minutos el equipo que va perdiendo cambia un defensa por un delantero para tratar de remontar. Como ya lo tiene perdido le da lo mismo perder por uno o tres goles.
En baloncesto la táctica del perdedor es hacer faltas lo más rápidamente posible para tratar de que el tiempo no corra. Y así supongo que sucederán cosas similares en el resto de deportes. El denominador común es que cuando lo tienes todo perdido, arriesgas.

Y este ejemplo, como suele ser habitual, es extrapolable a la vida real. Lo podemos ver en las guerras, en la política, en el mundo empresarial... pero ya sabéis que no va de esto este blog, va del día a día, de nuestra vida personal.
Y ahí también sucede constantemente. Cuando alguien está perdiendo aquello que quiere (quiere en un amplio sentido de la palabra) es capaz de las cosas más inverosímiles por conseguir conservarlo/conseguirlo. Pues, tal vez no sea conscientemente, pero nos damos cuenta de que bajo unas condiciones normales no lo vamos a lograr, así que hay que dar una patada al avispero a ver si se saca algo.

Yo soy de los que creen en el derecho al pataleo, si no está recogido en la carta de derechos universales, debería. Pero claro, todo tiene un límite, y aunque pueda ser comprensible, hay veces que es moralmente cuestionable... es decir: ¿hasta que punto tenemos derecho a hacer burradas por conseguir lo que queremos? (de nuevo, no es una pregunta retórica, contestad)

Porque a uno le enerva a veces ver como hay gente que hace de todo: tergiversar, engañar, retorcer la verdad... hasta el punto de dañar a los demás (y seguramente a si mismo) psicológicamente. Hay veces que me pregunto si esto es realmente producto de la desesperación, o es necesario tener algún tipo de carencia para hacerlo...

¿Y funciona? pues seguramente solo lo hace hasta donde nosotros dejemos que funcione... Porque maestros del engaño alguno hay, pero a la mayoría si pataleamos se nos ve que lo estamos haciendo.

En fin, que no hay nada más peligroso que un oso herido y acorralado.
PD: Al primero que acierte de donde es la imagen le invito a una copa ;)